El Swami Rameshwarananda Giri Maharaj. Episodio 2

El Swami Rameshwarananda Giri Maharaj

Segunda parte

El camino lleno de naranjos nos lleva hasta el Varanasi Ashram mientras Durga nos explica la manera de saludar al Swami con las manos juntas y cerca del pecho. Nos cuenta además que con el Swami vive su madre que también se ha preparado para tomar los hábitos y ha sido nombrada Swamini o monja. Su nombre completo es Swamini Madhavananda Moyee Giri pero todos se dirigen a ella como Mataji y nosotros también podemos dirigirnos así a ella, lo cual le da a mi gastada memoria un respiro.

Bajamos del coche y al pasar un pasillo de plantas nos encontramos con un cuidado jardín en el cual destaca un pequeño lago.

-¡Que hermoso lugar!

Hacia nosotros a recibirnos viene Mataji , la saludamos y nos invita a entrar a la casa principal. Pasamos a una acogedora estancia y saludamos al Swami. Pronto el saludo tradicional con las manos juntas se convierte en un cariñoso abrazo que dice sin palabras:

–       David y Mery muchas gracias por haber venido.

Esta ocurriendo el momento que esperaba desde aquella propuesta telefónica.

–       Por favor siéntense.

–       Gracias por invitarnos.

El Swami se sienta frente  a un teclado y dos pantallas, una mira hacía él y otra hacia nosotros. Comienza a escribir

–       ¿Saliendo de un largo túnel?

Nunca me habían saludado de manera tan acertada y aunque probablemente había leído Yosomos, me sorprendo de su puntería. Solo puedo afirmar con la cabeza.

-Me gusta lo que propones con tu taller. Lo mejor es la interactividad y el rescate de la experiencia.

Para dejar claro lo más rápido posible la razón formal por la que estoy ahí, definimos fechas, número de participantes, necesidades técnicas y acordamos presentar dos talleres de Teatro Cuántico el 12 y el 13 de junio de 2010. Recibo autorización para difundirlos, aunque desde este momento los dos talleres quedan llenos y con las localidades agotadas.

–       ¿Tienen hambre?

Pasamos a la mesa. Comemos delicioso, aunque yo estoy más al pendiente de lo que me dice el Swami a través de un pequeño pizarrón borrable, en el cual anota sus palabras.

–       Te vamos ayudar en todo lo que podamos, cuenta con nosotros, vienen tiempos difíciles y entra más seamos mejor. El taller va a ser de dos días: un grupo de entre dieciocho y veintidós personas estará contigo el sábado y el domingo conmigo. El segundo grupo trabajará primero conmigo y el domingo contigo.

Intuyo pero no comprendo cabalmente las razones de su generoso apoyo. Sin embargo lo recibo con orgullo y con la esperanza y compromiso de que mi propuesta aporte y contribuya.

Aunque sigo un poco incomodo.

No se debe a que a nuestros anfitriones les falten atenciones, al contrario: la charla, la comida, la sidra, la alegría y la hospitalidad son abundantes. La razón de mi inquietud esta dentro de mi, más específicamente en mi pasado.

Cuando Jacobo mi hermano desapareció y los primeros meses y años corrieron sin encontrarlo ni a él ni a su cuerpo, la desesperación de la familia se hacía cada vez más insoportable y empezamos a aceptar visitar a todo tipo de religiosos de todos los credos. Todos sin excepción se valían de palabras ambiguas, cuya única intención era servir de consuelo a nuestros corazones desesperados. Sin embargo también servían para esconder la ignorancia absoluta de dónde podía estar y ni siquiera decían claramente si estaba vivo o muerto o simplemente que no tenían la menor idea. Mi enojo y escepticismo crecía con cada visita, con cada tomada de pelo, para decirlo con claridad.

Temía que aquella visita a Valencia terminará igual. Que cuando habláramos de lo que tanto esperábamos ambos, la ambigüedad flotará en el aire, haciendo insoportables las horas que nos quedaban.

Como leyéndome la mente nuestro anfitrión comienza a escribir las siguientes palabras:

-Yo aún no era Swami cuando conocí a tu hermano en Madrid en 1989. Iba acompañado de su hija Estusha y nos fuimos a comer juntos un día y luego de eso, no nos despegamos durante los tres días que duro el congreso al que asistíamos. A pesar de lo corto de nuestro encuentro, puedo decir que nos hicimos buenos amigos.

–       ¿Quieren Turrón?

–       Claro, estamos en Valencia.

–       En realidad solo comimos para esperar el postre.

–       Ja, ja, ja, ja.

–       Mmmmmmh buenísimos.

–       Prueba el de pistache

–       No creo que sea mejor que el de almendras que tengo en el paladar.

–       Voy a dejar pronto el voto de silencio.

–       En cinco minutos.

No es en serio, aunque por supuesto esconde una verdad, estoy desesperado por saber lo qué me quiere decir el Swami y no me puedo acostumbrar a las palabras escritas, pero nadie se ríe.

–       Era broma, lo siento.

Un amable rostro diciendo no tiene importancia se muestra.

–       Les apetece una infusión, la hacemos con hojas y hierbas de nuestro jardín

–       Por supuesto. Gracias

–       Estuvo delicioso

–       Tu hermano Jacobo jamás hubiera dejado a su hija Estusha, la amaba más que a nada en el mundo, nunca la hubiera abandonado. Yo lo se, porque él me lo dijo. Saber mucho puede ser peligroso. Y tu hermano sabía mucho más que cualquiera en su tiempo.

Por supuesto que no se qué paso con Jackie, si lo supiera, si hubiera una pista confiable que de señales de vida o de muerte no me guardaría la información ni un solo segundo. Sin embargo hay cosas que descarto por completo y la primera de ellas es la desaparición voluntaria.

Pienso en mi lectura unos días antes del “Yo Como Idea”, medito profundamente aprovechando el silencio en la mesa, acerca de la posibilidad, entendida por mi, de dar un paso más, de hablar de Dios Como Idea es decir, la unidad a la cual todos pertenecemos es también una idea, es también información, es finalmente, la Laticce, la matriz entendida como origen y modelo, la cual cambia y evoluciona con los diferentes Yos que por un lado la conforman pero que al mismo tiempo están conformados por ella.

La sola acción de pensarlo me dio miedo sin saber porqué. Aunque de pronto entiendo la razón. Algo tan simple puede ser considerado peligroso para los que viven de dividir a los seres humanos, en religiones, naciones, razas  y dioses. Si fuera cierto lo que digo, no les interesa que se anuncie, que se difunda. Es más fácil controlar a la gente con el dios todopoderoso que nos castiga si no obedecemos a quién dice representarlo y si encima acompañamos eso con dosis de odio al otro, el trabajo esta hecho. Además, si fuera cierto lo que entendí de la lectura, entonces también habría a quién le interese aplicar ese conocimiento para controlar a la población, si Dios se puede describir, también se puede aplicar lo que sabemos de él.

En la mesa se habla de los mejores platos de Valencia, de la India, de Barcelona, del País Vasco, de México y de Israel.

Nuestro anfitrión ha hablado ya de la desaparición. La verdad me pone muy mal tener que explicar que aunque me encantaría que así lo fuera, no creo que Jacobo este meditando en la punta de una montaña o que haya saltado a experimentar otra dimensión dejando para siempre a este mundo y a su hija.

Respiro.

Afortunadamente no fue necesario explicar nada.

Y pasamos el tema para comenzar a disfrutar aún más de la compañía. El Swami nos cuenta la aventura de haber nacido en España y estar llamado a convertirse en un monje de tradición hindú. Nos cuenta de su formación y de la cercana relación de su maestro con Albert Einstein y recuerdo un fragmento del libro del Dalai Lama (El Universo en un solo Átomo) en el cual el Representante del Budismo Tibetano declara: si la ciencia es capaz de comprobar absolutamente cualquier cosa que se contradiga con el budismo, el segundo tiene que cambiar sus puntos de vista. Celebro el coraje de un dirigente espiritual con millones de seguidores.

Nos hablan de su forma de vida y sus continuos viajes. Nos dice que Swami, Monje y Lama son sinónimos. Mataji nos da su opinión acerca del camino escogido por su hijo y lo difícil que resulto para ella asimilarlo.

Yo ya no me doy cuenta de que nuestro anfitrión escribe en lugar de hablar.

La tarde pasa imperceptiblemente.

Anochece y nos invitan a una meditación en la Capilla del Ashram, nos abrigamos y salimos para allá.

No hay instrucciones, tampoco mantras que repetir. Al cerrar los ojos me doy cuenta que no son necesarios. Calma primero y conexión con el todo después, son las sensaciones que me acompañan.

Antes de comenzar una ceremonia de adoración de imágenes, el Swami nos invita a salir de la acogedora capilla para acompañarlo de regreso a su casa. Mery y yo agradecemos no estar presentes en esa parte y sabemos que nuestra tradición judía es tomada en cuenta para evitar que posiblemente nos sintamos incómodos.

El Swami Rameshwarananda Giri Maharaj, nos cuenta de su proyecto “Espacio de Encuentro Interreligioso” que se lleva a cabo en Valencia durante este 2010. Y me facilita el siguiente enlace que recomiendo visitar:  http://sites.google.com/site/templos24horas/home

Me encanta el trabajo de unir diferentes tradiciones espirituales tomando lo mejor de cada una y cuento de aquel viernes de 1991 en el que Jacobo representando al judaísmo, se unió al Dalai Lama y a otras autoridades para desde la Catedral de la Ciudad de México, lanzar una poderosa oración por la paz. http://wp.me/pzaQa-1S

Reflexiono de nuevo sobre las palabras dichas hace unas horas por nuestro anfitrión: “Vienen tiempos difíciles, entre más seamos mejor”. ¿A qué se refirió con tiempos difíciles? Y ¿Quiénes somos los que podemos ser más?

Me contesto a mi mismo. Es muy fácil cambiar la autentica matriz que nos une y que algunos llaman Dios por el fanatismo laico o religioso, incluso por el nuevo fanatismo tecnológico que se asoma con cada vez más fuerza. Creo que finalmente la clave esta en la intención con las que se usan las herramientas, incluidas  las espirituales. Pensemos en un pueblo en guerra, este pueblo se puede conectar con esas fuerzas para pedir la paz o para pedir la destrucción de sus enemigos. La primera opción lo edifica y la segunda perpetúa el circulo de deterioro mutuo, comenzando por el que pide semejante deseo para el otro.

El verdadero trabajo está en la intención, en asumirnos como responsables y hacedores de la realidad que vivimos. Hoy en día hasta la ciencia nos dice que se terminaron los observadores pasivos, en realidad nunca han existido, millones de personas toman miles de decisiones pequeñas y grandes cada día, la suma de todas ellas y no otra cosa, conforman nuestra auténticamente interactiva realidad.

Y somos pocos los que estamos dispuestos a asumir la libertad y el compromiso que esto representa.

Se habla, se escribe, se suspira, se piensa, se ríe, hasta que llega la hora de tomar el tren de regreso a Barcelona.

Se acaba esta historia, pero tengo la esperanza de que este sea el principio de una enriquecedora y reciproca colaboración.

Gracias al Varanasi Ashram de parte mía y de Mery por la invitación, el apoyo y sobre todo por el cariño. Contamos los días que quedan para regresar a Puzol a aportar lo nuestro desde el fondo del corazón.

Querid@s lector@s les dejo el enlace a la primera parte de esta crónica agradeciendo su paciencia y lectura.

Un abrazo

http://wp.me/pzaQa-7x

© David Grinberg Preciado. Barcelona. 2010

Varanasi Ashram 24/01/2010 De Izquierda a derecha: Mery, El Swami Rameshwarananda Giri Maharaj, yo y La Swamini Madhavananda Moji Giri.
Varanasi Ashram 24/01/2010 Al centro se incorpora Durgá Raquel Santos B

7 comentarios en “El Swami Rameshwarananda Giri Maharaj. Episodio 2

  1. Querido David:

    Gracias por compartir tus experiencias. Con el respeto y el cariño que me mereces me gustaría sólo plasmar una idea. ¿Quién dice que Jacobo no está con nosotros? Yo se que para la familia debe ser muy difícil aceptar que nunca ha habido separación, que nunca ha habido tal cuerpo de padre, de hija, de hermano, de alumna, que nunca nadie ha muerto ni ha nacido. Lo único real es que formamos parte de ese campo infinito de posibilidades, como bien lo enseñas en tus talleres de teatro cuántico y que tomamos forma por un período determinado de tiempo. La ilusión que provocan nuestras percepciones nos hacen creer que lo que no vemos ya no está ahí pero lo está. Y Jacobo está aquí y ahora unido amorosamente a todos los que pensamos en él a pesar de nunca haberlo conocido.

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    1. Querida Laura:
      Gracias por escribir. Estoy de acuerdo contigo en que sigue estando con nosotros de muchas formas, además de las que acertadamente mencionas en tu comentario, en sus más de cincuenta libros. Lo único que intento subrayar al hablar del tema es que no considero que su desaparición física haya sido voluntaria. Sin embargo este hecho no le impide formar parte de nuestro tejido de posibilidades percibido por nosotros como realidad. Se dice fácil pero a mi me tomo diez años asimilarlo y a veces me pregunto si lo he asimilado del todo. Me respondo que si, que por ello soy capaz de hablar de lo que me dejo y me sigue dando, de compartirlo. Y de escuchar y asimilar lo que también le da a muchas otras personas como tú.
      Ahora me toca a mi decirte gracias por volar en La Nave del Teatro Cuántico, para mi fue y sigue siendo un honor y una responsabilidad tenerte a bordo. Y felicidades por «Malinche», por esa dulzura en tus palabras, por mostrarme que la historia del doloroso parto de nacimiento de México es para volverse a contar, aprender, asimilar, discutir… pero sobre todo es para volverse a vivir gracias a tu novela.
      Recibe un fuerte abrazo desde Barcelona hasta Coyoacán

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  2. HOLA!! UN VERDADERO PLACER VOLVER A LEER EN TU SITIO, ERES UN SER MARAVILLOSO, GRACIAS POR TODO LO QUE NOS REGALAS, GRACIAS POR TODO LO QUE ME DISTE CON EL HECHO DE CONOCERTE, DE PLATICAR CONTIGO. EIN SOF OR. BENDICIONES Y LUZ DE COLORES PARA TI Y TU HERMOSA FAMILIA.

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  3. Weston 15 de Abril 2010.

    Laura, gracias por escribir, aqui y alla, en tu vida, gracias por escribir!

    Te comento, fuera de tema, que tu libro «La Malinche» fue leido en un grupo de lectura de latinos aqui, a una hora al norte de Miami. Fue una reunión especial porque muy orgullosa me vesti con mi Huipil y fui a la reunion brillante, como todas las mujeres que honramos la ropa sagrada. Y la discusión de tu libro, te cuento, que estuvo acalorada! Si te gustaria, espero algún día poder contarte con calma.

    En cuanto a Jacobo, para mi vida profesional, si fue terrible que no estuviera fisicamente… pero me quedo llena con sus enseñanzas. Efectivamente, si esta entre nosotros!

    Leah Bella

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  4. Hola swami, como estais? me ha hecho mucha ilusión encontrar esta página, recuerdo las buenas experiencias que pasamos juntos, una magnifica historia para explicar, recuerdas nuestro viaje Asturias? con el padre Basilio? supongo que después de esto ya empezaras a ubicarme, soy Eduard que juntamente contigo y Mayol ( chico que tocaba instrumentos como el tabla y el didgeridoo…) y con la compañía de nuestro querido amigo, y segundo padre para mi, el Padre Basilio, hicimos un viaje increíble, digno de recordar, nuestro paso por Valencia, Madrid, Miraflores de la sierra, salamanca….siempre se quedara en nuestro recuerdo.
    Bueno solo quiero saludarte, y que des muchos recuerdos a tu familia, a tu madre y ha tu hermano.
    Han pasado muchos años pero yo siempre os tengo en mi recuerdo
    Un abrazo enorme!!

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