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Shaike

Les presento la sensibilidad de un músico transmitida en su primer videoclip: «Floating Somewhere», una verdadera delicia de alta producción, basada en la libertad y la creación.

El trabajo en video de Cecy Amkie y la belleza desplegando su talento en la danza improvisada por Elian Wigisser, construyen una pieza audiovisual deliciosa y única.

La elección de filmar dentro de las murallas del Ex Convento del Desierto de los Leones, dan un toque místico, al trabajo de los tres jóvenes artistas.

Y ser papá de Shaike, tengo que decirlo, me llena de orgullo por ver plasmado esfuerzo y dedicación de una manera tan sorprendente.

¡Qué lo disfruten!

https://open.spotify.com/embed/track/6lXZNwApD2FZ4Yn5kGW6MJ

Yoga, Poesía y Música.

En el marco de las experiencias interdisciplinarias que juntan de forma asombrosa el movimiento, el deporte y el arte, agradezco la invitación para formar parte de este evento.

No se lo pierdan.

 

Soham Experience

El Viejo Leonard

Una voz grave, surgida desde un mundo inquietante, canciones de amor que me llevan a la intimidad más profunda, historias de todos y de todas.

¿Quién no se enamoró alguna vez de Susan o de Jane?

¿Quién no ha bailado hasta el final del amor?

Y ayer se fue de la Tierra, casi librándose de saber lo de Trump.

En la noche decidí escuchar solamente una canción, «El Futuro», pensando en lo que predice. ¿Estamos ahí? ¿Si nos alcanzó el futuro?

O con suerte, por esta vez Cohen se equivoque y volvamos en México, en Estados Unidos, en Colombia, en Europa y en el mundo entero, a la cordura.

Descansa en paz  Leonard y gracias por los momentos y las advertencias.

 

 

Rita en la ONU Cantando por la Paz

Queridos lectores:

Desde la Asamblea General de la ONU, un concierto de música del mundo con la cantante israelí Rita, acompañada de  virtuosos interpretes.

En primer lugar el concierto es hermoso, aunque lo más sorprendente es la tribuna «tomada» con instrumentos musicales y una voz privilegiada.

Les comparto el espectáculo y sobretodo la alegría de ver cómo el arte es capaz de demostrar a todo el mundo que la paz es posible.

En palabras de Rita: «Somos parte de un todo y cuando cualquier ser humano es lastimado, todos lo somos»

Les dejo dos enlaces y unos abrazos

Se pueden saltar los discursos del principio

Rita desde la ONU

 

Concierto en Guadalajara

Querid@s lector@s tapati@s:

Les recomiendo el concierto de Estusha  y Hoppo en Guadalajara.

Además de que el recital de ambos artistas promete mucho, Estusha se aproxima a la obra de su padre Jacobo Grinberg Zylberbaum a través desde su música y su voz privilegiada.

A continuación todos los detalles.

Un abrazo

 

 

 

Dos Amigos

Dos amigos

He contado de la familia en estas paginas digitales, pero hoy quisiera escribir de los amigos. Escojo a uno como pudiera escoger a muchos otros. La verdad, no se muy bien la razón por la que se trata de Leonardo Cohen. A parte del cariño que le tengo, quizás se deba a que desde que tengo memoria ha estado muy cerca de mi o a lo mejor se debe a la intensidad de nuestras experiencias, las cuales aparentemente fueron vividas con enorme tranquilidad.

La historia inicia en donde comienza mi recuerdo, en una clase de preescolar, en la que un niño especialmente flaco y con lentes se comía el azúcar glas que sobraba del sobre para espolvorear los panques Suandy.

–              Me llamo Leonardo como el pintor italiano, mi papá también es pintor.

Estas son las primeras palabras que le recuerdo. Y luego en la primaria nos mirábamos sin hacernos caso, como si estuviéramos agarrando fuerzas para lo que vendría después.

–              Leo trae un listón negro y dice que no durmió toda la noche por estar llorando.

–              No es para menos, mataron a John Lennon.

–              Un fan, lo oí decir que lo admiraba mucho, que esta arrepentido.

–              Afuera de su casa.

–              Si, con una pistola.

–              Y Leo ¿Cómo esta?

–              Queda claro que no es John Lennon, pues sigue vivo.

–              Que simpático.

De pronto advertí que Leo Seguía ahí y yo podía compartir la música que me prestaban mis hermanos mayores con alguien que además veía todos los días. Y durante la secundaria nos quedamos meses sin salir el patio por cantar a Violeta Parra, Silvio Rodríguez, Oscar Chávez, Los Beatles, The Who, Van Morrison  … Eran los ochentas pero nosotros vivíamos el rock con un retraso de veinte años, era Polanco pero escuchábamos a la Nueva Trova.

Entonces Leo -de unos trece años- escribió una obra de teatro acerca de la guerra fría. Su personaje era por supuesto El Rojo y  yo El Azul, la historia acababa en explosión nuclear. Pero, en realidad hablábamos del odio al otro, al diferente, de lo que puede provocar y de hecho provoca. Sobra decir que Azul y Rojo eran exactamente igual de perversos.

Le costo más de un año, pero al final consiguió que me uniera al Hashomer Hatzair. Un minoritario movimiento juvenil scout, sionista y socialista , de hecho Leo esta por estrenar un video documental con este tema.

Los próximos años mi vida se centrarían en la Shomer como cariñosamente llamamos al movimiento juvenil ubicado en Calderón de la Barca 18 en Polanco. Desde el primer día -a los quince años- comencé a educar. Un niño formando a niños, la mejor de las utopías. Los contenidos eran impresionantes, todo estaba dirigido a la vida comunal. Desde los campamentos, hasta la historia del pueblo judío, los temas estaban salpicados y entendidos desde el fenómeno de la lucha de clases.

Daba igual que casi todos hayamos tenido coche desde los dieciséis o que los crímenes de Stalin especialmente dirigidos a los judíos tuvieran décadas de haber visto la luz. Nosotros éramos socialistas. Los coches servían para recoger y llevar niños a cada uno de los rincones de la inmensa Ciudad de México y la URSS había entendido mal el marxismo. Por lo demás éramos sobre todo antifascistas, nuestra casa o Ken (nido) llevaba el nombre de Mordejai Anilevich, el héroe que levanto las cenizas del Gueto de Varsovia contra la maquinaría Nazi y logro resistir más tiempo que toda Polonia junta. Vivíamos en y para el Ken, dejabamos de lado nuestras demás actividades y deportes para entregarnos a la causa del Kibutz y la Paz y estábamos afiliados a “Paz Ahora” el movimiento pacifista israelí que acabo con la primera Guerra de Líbano.

Aunque la verdad de las cosas es que estábamos ahí porque éramos inmensamente felices. Teníamos todo lo que un adolescente puede pedir: amigos,  amores, sexo, fiestas, danza, teatro, música, nuestro propio periódico y nuestro propio método de aprendizaje y enseñanza. El mundo cabía en aquella casa, de hecho no había algo más afuera o mas bien no queríamos que lo hubiera.

Estuvimos juntos en el Kibutz Gaaton en la Galilea durante casi un año. A Leo y a mi nos toco trabajar en la plantación de kiwi. A parte de recoger la fruta y podar, nos toco plantar decenas de nuevos árboles en un terreno rocoso y salvaje que limpiamos desde el principio. Los kiwis son árboles diseñados por el hombre gracias a la poda y a unos cables que los sostienen, en su estado salvaje la planta es una enredadera originaria de China.

Volvimos a México e irremediablemente crecimos en edad y nos despedimos de la shomer, aunque a algunos se nos quedo pegada en la piel me parece que para siempre.

Entonces empezó nuestra vida separados, Leo se fue a estudiar a la Universidad Hebrea de Jerusalén Historia de África, maestría en Religiones Comparadas, doctorado en Historia y con los años se convirtió en uno de los pocos estudiosos del cristianismo de Etiopía entre los siglos XVI y XVII. Los cristianos en aquel país africano han sido una minoría casi siempre oprimida.

A Leo siempre le gusto investigar sobre los “otros”, quizás creo yo, para encontrarse en los demás por más alejados que estén de su propia realidad, para demostrar acaso que cualquiera puede estar de un lado o del otro del poder con enorme facilidad y para decir que los personajes Azul y Rojo de aquella obra juvenil pueden llegar a ser exactamente iguales. Ahora mismo vive en Roma invitado por una renombrada universidad italiana para seguir con sus estudios de post doctorado.

Nos hemos visto en contadas ocasiones: en la boda de Chava su primo y mi gran amigo, en Madrid junto con Marcos -otro gran amigo- acompañando ambos a Leo en la producción de su documental sobre la Shomer de México y en Barcelona hace unas semanas en donde nuestros respectivas familias al fin se conocieron.

Como si nada hubiera pasado, como si de pronto el tiempo se comprimiera junto con el espacio que compartíamos, pasamos la mañana en un parque, comiendo pan y embutidos, hablando de todo y sobre todo de nada, disfrutando del sol del fin del invierno y riéndonos sin parar de cualquier cosa. Me encontré con Leo pero estaban presentes todos los demás. Estábamos en Barcelona porque en algún lado se ha de estar, aunque los jardines de La Tamarita eran también el Parque del Reloj.

Pantano de Weston

Pantano de Weston

Florida, 25 de febrero de 2010

Para Leah Bella Attie:

Cuatro días intensos están llegando a su fin y sentados en un puff de los cincuentas, Leah y yo agotados y felices miramos hipnotizados a una bola de pequeños cristales que gira en el centro de la pista de la única disco del pueblo.

Pisamos un pantano cubierto por una capa delgada de cemento que aparenta ser una ciudad, con central de bomberos, correo, lavandería y grandes súper mercados.

En la barra hombres gordos y barbones piden otra cerveza, mientras el coche del Sheriff da vueltas a la manzana, recordándonos a todos, que la ilusión se termina al salir por la puerta.

Hemos trabajado, inventado y encontrado la enésima versión de un espectáculo que planeamos hacer este verano. Sabemos finalmente lo que estamos buscando y nos miramos admirados, el uno por el otro.

Nos sabíamos científica y escritor, ahora también sabemos que somos animales de la escena, que nos gusta cazar juntos, pescar en el aire y volar en el agua.

No se cuantas horas bailamos, primero en casa de Leah con su grupo de Danzas Circulares Sagradas, luego debajo de estas luces al ritmo del más puro pop del sur de los Estados Unidos.

Florida, tierra de la eterna juventud, paraíso perdido de los conquistadores, sustento de parques deslumbrantes en donde todo es posible, pero también La Habana, Caracas, Guadalajara, Buenos Aires… afuera de si mismas.

Miramos la pelota de espejos en el centro de la pista y en lugar de ir por más alcohol Leah dice:

–       Si esa bola tuviera luz adentro sería como Dios

–       No es necesario que desprenda luz. Contesto

–       Si, porque los reflejos somos nosotros y todo lo que existe.

–       Pero según algunas tradiciones Dios no es ni más ni menos que el entramado.

–       No. Debe tener su propia luz

–       ¿Qué es la luz si no la admiramos? Hasta el judaísmo lo dice: Dios sin seres inteligentes que lo miren no es Dios y estos sin su Dios igual a él no es ser humano. Al menos el primero, el que fue creado hombre y mujer sin operaciones de costillas.

–       No te entiendo

–       Piensa en la Teoría Sintérgica y en la no localidad del experimento del Potencial Transferido que acabas de publicar en Yosomos.

–       OK

–       Estamos entrelazados pero también somos el tejido. Antes de este viaje tu y yo, no nos habíamos visto más que unas horas en total y hoy se que tengo, siempre he tenido una hermana.

–       Gracias.

–       Es mutuo, Dios necesita ser observado y nosotros también, si no fuera así no existiríamos. Llámalo como quieras tampoco es necesario llamarlo Dios. Y no importa si emite luz o si solo la refleja.

–       Que fuerte

–       Deja que los creyentes y los ateos se sigan peleando. No te metas, mejor salta conmigo.

–       ¿Sabes? extrañaba esto, poder asombrarme, compartirlo y que se asombren conmigo. Desde Jacobo… no…

La tristeza pasa volando como un pájaro que aterriza en la mesa hasta que Leah dice:

–       Ahora somos capaces de hacerlo sin él.

–       Además no tenemos de otra.

–       Acuérdate de lo que dijiste, Jacobo también esta dentro de nosotros, nadie nos puede quitar lo que nos dejo, ni siquiera su ausencia.

–       No quiero ser observado desde la lástima, recuerda que no podemos transmitir eso.

–       No lo vamos a transmitir, puedes estar seguro. Pero cada quién es libre de observarte desde donde quiera

–       Si, pero no quiero dar motivos.

–       No los darás, ya no.

Y ahora nos miramos y entiendo que es posible tener días así, con todo al mismo tiempo, trabajo, diversión, danza, filosofía, espiritualidad, plegarias y hasta veinte minutos de consumismo comprando regalos y lencería para Mery mi esposa (Por cierto, nunca había entrado a una tienda intima femenina y la verdad no se cómo lograron sacarme de ahí.)

Cierro los ojos y recuerdo a Leah hace unas horas anunciando la última danza circular. Para entonces habíamos bailado mantras budistas, plegarias hebreas para la sanación de los enfermos, textos de Francisco de Asís y hasta el Shema Israel.

–       La próxima danza es el mantra u oración más poderoso que existe.

No se me ocurría nada más poderoso que lo ya bailado, pero entonces comenzó un silbido conocido.

–       ¡Si, Bobby McFerrin y su “Don’t Worry Be Happy”!

Nos reíamos sin parar de bailar, viviendo la unidad desde el circulo formado en el Pantano de Weston en la Península de Florida.

No sabía en qué pensaban los caimanes que nos miraban desde el estanque y la verdad me daba igual.

© David Grinberg Preciado

Munich 2008

Munich 2008

El día que termine un trabajo de ventas que me daba suficiente dinero para vivir en la carísima Barcelona, acompañado de dosis elevadas de stress sobre todo por fingir durante mucho tiempo ser el que no era, recibí un peculiar correo electrónico:

Hola a todos Estoy buscando alguien que le apetezca viajar conmigo a Munich el día 26 de junio de este 2008 al festival Tollwood en Munich ,llevo mis 3 espectáculos de calle pues: salida el jueves 26 de junio , llegada el 27 festival el 28-29-30 de junio y 1 de julio, vuelta el 2 , llegada a Barcelona el 3….naturalmente , hoteles , comidas y diversión aseguradas corren a mi cuenta …el itinerario seria salir de Barcelona hasta casi Estrasburgo , y por Alemania a Munich, ídem a la vuelta ….si estáis en camino !?

Besos a todos

Adrián Schvarzstein

Un saludo Adrián:

¿Y qué hay que hacer para ganarnos el premio de acompañarte?

David

Hola David , normalmente , a parte de evitar que me duerma mientras conduzco y soportar la música barroca, pues nada mas …

Saludos desde Noruega.

Adrián

Pues me voy contigo

David

Y claro, quedamos en ir.

Yo había conocido a Adrián en su Circus Kleismer unos meses  antes y se había ganado mi admiración.

El día de salida llegue temprano a su casa en Barcelona y llenamos una camioneta grande con un montón de cosas para tres espectáculos que entonces ni siquiera había visto, resaltaba una cama con ruedas, pedales y volante y un Organillo de casi 100 kilos de peso.

Pusimos en el GPS una dirección en Munich, y empezamos a recorrer los 1,397 kilómetros que nos separaban de nuestro destino.

Lo de la música barroca era verdad, aunque se trataba de más que eso, la emoción con que Adrián recibía, cantaba y actuaba las grabaciones durante todo el camino era contagiosa.

Pasamos la frontera a Francia y no paramos hasta llegar a Alemania luego de 12 horas de camino. Dormimos en un mini hotel en una pequeña ciudad y en la mañana nos dirigimos a Munich.

Tomamos una autobahn sin limite de velocidad, y en unas cuantas horas estábamos a 30 kilómetros de nuestro destino. Pero entonces los BMW y los Mercedes que no dejaban de rebasarnos pasaron de 200 a 0 kilómetros por hora.

Simplemente estábamos frente a una cola interminable de coches y trailers. Pasaron casi tres horas sin avanzar y sin enterarnos que estaba ocurriendo. Fue peor que el periférico y el viaducto del DF juntos y lo paradójico es que nos ocurría en una de los caminos más “rápidos” del mundo.

Adrián tenía que actuar esa misma tarde y estaba claro que no llegaría. Aparte de eso, la desesperación y el hambre eran intensas, la segunda la calmamos con galletas marías que eran parte de la utilería y la desesperación intentamos calmarla haciendo algo: nos salimos de la autopista a través de un terreno lodoso, imitando a otros coches. Por poco nos atascamos hasta que llegamos a una carretera secundaría. Sin entender nada, tomamos otro camino que decía Munich, pero los anuncios hacia la ciudad desaparecieron, en su lugar ponían Dachau.

No puede ser, pensé.

Vimos el Mapa y de Dachau a Munich se llegaba, dando una vuelta enorme pero se llegaba, por ello seguimos avanzando, ya que al menos nos movíamos.

La carretera entraba al pueblo por el único camino que pasaba al lado del siniestro campo de concentración de la ciudad, el único que los nazis construyeron en Alemania, los demás estaban lejos de la vista de sus ciudadanos, en la vecina Polonia, aunque se piensa que este campo fue el proyecto piloto de lo que llegarían a ser Treblinka, Auschwitz…

Unas horas después llegamos finalmente a Munich tan solo para preparar los tres espectáculos del día siguiente. El equipo del festival nos recibió muy bien, nos dieron una habitación para cada uno y un folleto con todas las actividades del festival.

A solas en mi cuarto abrí el folleto del festival.

Tolwood cumplía 20 años, y se llevaba a cabo al lado del Estadio Olímpico de Munich.

Entonces entendí.

20 años antes en 1988 era un mochilero de 19 años que viajaba con otros tres amigos por Europa ayudados del Euralpass que nos dejaba subir a los trenes de casi todo el continente. Estábamos en Ámsterdam y comentamos lo siguiente:

–       Tomamos un tren nocturno a Munich, visitamos el campo de Dachau, después pasamos la tarde en Munich y luego en la noche tomamos un tren a París.

–        Nos ahorramos 2 noches de hostal y visitamos Alemania.

A esa edad las cosas se meditan un promedio de 2 segundos, así que todos estuvimos de acuerdo. Llegamos a Munich temprano y tomamos un autobús hasta el campo de concentración, pasamos la mañana conmovidos y tratando de entender: ¿Qué hacíamos en Alemania? Terminamos con Dachau y tomamos el autobús y el metro para llegar a la villa olímpica, visitamos el estadio y ya con toda la tarde por delante salimos a pasear por el parque que rodea las instalaciones deportivas. Un hermoso lago nos llevo a un concierto de música folk en Alemán, todos cantaban y bailaban en medio de un generoso sol de verano. Un espectáculo teatral amenizaba el cambio de escenario, mientras entraba una banda de Rock, con lo que cientos de personas enloquecimos de emoción al ritmo del Heavy Metal. Los cuatro amigos bailamos asombrados de la energía colectiva y de las muchas Alemanias que se nos presentaban en unas cuantas horas. Subí la mirada hacia una improvisada manta arriba del escenario que ponía «Tolwood Festival», claro era la primera edición del festival en el que actuaría Adrián mañana.

El festival fueron días maravillosos, acompañando y ayudando al talentoso Adrián que trabajaba sin parar pasando de superhéroe a dandy y de dandy a gitano bailarín, fue una delicia

Además puede ver dos de los mas hermosos espectáculos escénicos de mi vida, el primero “La Cucina dell’Arte” a cargo del Circus Ronaldo que haciendo acrobacias con pizzas y platos llevaba al publico a un mundo de carcajadas imparables basadas en un humor muy inteligente y en un conocimiento profundo de la tradición circense.

Un día tuvimos unas horas libres y aproveche para pasear en bicicleta, di una vuelta por el Parque Olímpico y por una de las entradas principales al estadio me encontré con el monumento a las víctimas de los juegos de 1972, masacre dirigida a atletas israelíes en suelo alemán a manos de la OLP, fecha clave en el alba de un espiral de violencia que parece no tener fin y costando victimas inocentes a los dos pueblos.

Y de pronto pensé o entendí: estoy en Munich en una de las ciudades europeas más hermosas y avanzadas en todos los sentidos, en un festival ayudando a hacer y viendo el mejor teatro de mi vida, pero no me puedo despegar de la Shoa, ni siquiera del actual conflicto palestino israelí. Y cuándo vine a esta ciudad veinte años atrás por unas horas a ver según mis planes solo lo referente a la Shoa, mis pasos me llevaron también a ver teatro y música. ¿En dónde esta el pasado, el presente y el futuro? ¿Estaba realmente en Alemania o Alemania estaba en mi, mostrándome lo que representa para mi? Hitler, Beethoven, Heisenberg, Einstein, y hasta nuestro Grinberg que significa montaña verde en Alemán. Todos asomando su cabeza al mismo tiempo, todos resaltando su-mi Alemania.

Da la impresión que todo ocurre al mismo tiempo y en el mismo lugar, lo mejor y lo peor, todo entrelazado.

Vuelvo al festival y nos avisan que se cancela el espectáculo porque es el final de la Eurocopa de Fútbol. Alemania contra España. Nadie quiere saber nada de teatro. Resignados Adrián y yo decidimos ir a ver el partido en una pantalla gigante. Mi amigo Schwarstein, nació en Argentina y ha vivido en España, Italia, Israel, Bélgica y de nuevo en Barcelona. Y ahí estábamos los dos, con apellidos judeo alemanes, gritando España, España, por dos razones, la primera porque al hablar español en Europa la gente te convierte en español y porque por supuesto teníamos que ser los únicos gritando algo diferente en medio de mil personas. Estábamos actuando, ya que a ninguno de los dos nos interesa el fútbol.

Y gano España y todos los desanimados alemanes que nos rodeaban se acercaron a felicitarnos.

Último día en Munich y nos consiguen entradas para la compañía catalana colombiana: El Teatro De Los Sentidos, presentando un espectáculo que haciendo honor a su origen te lleva del Cementerio de Los Libros Olvidados hasta Macondo y además a uno por uno pues cada cuatro minutos entra un único espectador a recorrerlo. Se llama “El Eco de la Sombra” un sueño hecho realidad, absolutamente asombroso, sutil y mágico. Creo que nunca he visto algo tan original y literalmente delicioso.

Dentro de unos días tengo planeada la gira por México y por supuesto México tiene planeada su gira por mi interior. ¿Qué nos depara? Solo el tiempo lo dirá. (Por supuesto que quiero contarles todo.)

© David Grinberg Preciado. Barcelona. A 18 de enero de 2010

Y si quieren saber más de todos los amores de este original realizador escénico: la música, el teatro, el humor judío, el clown y los locos, pues los invito a darse una vuelta por su pagina:      http://www.adrianschvarzstein.com/

Gracias Joan Manuel Serrat

Hoy querid@s lector@s no me voy a dirigir a ustedes:

(Pero tranquilos que los voy a dejar espiar)

El motivo:

Agradecer, homenajear, compartir, gritarte a ti:

¡¡¡¡Gracias Joan Manuel Serrat!!!!!

Por ser también mi maestro, inspiración, compañía, ideas, metáfora y  personajes durante todos estos años.

Y te lo quiero decir ahora que sigues sano, vivito y coleando. (¡Que así sigas!) Y desde tu Cataluña que se ha hecho un poco mía también.

Mi vida no sería la misma sin mis primeros amores: Penélope, Lucia y La Mujer Que Yo Quiero.

Mi camino hubiera sido una autopista sin fin, si no hubieras musicalizado aquel poema.

Y cada vez que llueve, me aburriría de no acordarme de “detrás de los cristales…”

Y cada vez que hablas, escribes o cantas, me sigues sorprendiendo e inspirando

Les comparto sin más su palabras, favor de descargar la presentación y gracias a Anna Barderi por el envío de la misma

Serrat_discurso_complutense.pps mss

Los textos de la presentación son fragmentos del discurso de Serrat en la Universidad Complutense de Madrid al recibir su Doctorado Honoris Causa el 15 de Marzo de 2006 y le falta el humor de una de sus primeras frases pronunciadas aquel día la cual les comparto también

“Aunque mi amigo Rafael Azcona sostiene la teoría de que los

premios han de ser secretos y fuertemente dotados, este es distinto y

especialmente agradable, porque es uno de los que podré presumir ante

mis hijas y mis paisanos: ya saben que a los catalanes no hay cosa que

nos guste más que ganar en Madrid. “

Pasta Para Hacer Globos

Pasta Para Hacer Globos

Un domingo de 1978 en el Bosque de Chapultepec.

–       Passssssssssssssta para hacer globosssssss, passssssssssssssta para hacer globosssssss.

–       Se va a llevar el Helicóptero de la Cruzzzzzzzzz.

–       Chicharonesssss.

Parece que los vendedores de afuera del parque imitan a los habitantes del nuevo serpentario del Zoológico de Chapultepec.

Dani y Estusha de ocho y yo de diez años estamos paseando con Nathán mi hermano mayor y tío de Estusha y Jackie mi hermano más mayor y padre de Estusha. Es extraño pero Dani y yo somos tíos y Dani desde que nació, pues Estusha nuestra sobrina es unos meses más grande que él. Pero bueno hay pocas cosas que no son un poquito raras en nuestra familia.

En la mañana estuvimos en la Casa del Lago viendo una obra de teatro infantil en la cual Nathán actuaba ni más ni menos que del Perro Snoopy, la verdad nos encanto. Y ahora por fin estamos por entrar al zoológico, pero antes tenemos que comernos un chicharrón con mucho chile y limón, comprar un helicóptero para mi y dos juegos de pasta para hacer globos para Estusha y Dani. Saco mi juguete de la bolsa y giro emocionado la liga que mueve el disparador de mi flamante nave voladora.

–       ¡Vean que alto!

–       Sube hasta el cielo

–       Wauuu

–       Se esta yendo chueco

–       ¡Regresa!

–       Se va al zoológico

–       ¡No!  ¡Mi helicóptero!

Un lanzamiento solamente y el juego ya esta encima de la jaula de las cebras, lo bueno es que Nathán me compra también una pasta para hacer globos y aunque ninguno de los tres logra hacer uno tan grande cómo el del vendedor, nos entretenemos bastante mientras hacemos la enorme cola para ver a las serpientes.

Por fin estamos dentro del serpentario y nos recibe una boa gigante.

–       ¿Se puede comer un elefante cómo en El Principito?

–       Si claro

–       ¿Y cuántos meses tendría que estar sin moverse para hacer la digestión?

–       Unos seis meses.

–       ¿Y con los colmillos del elefante qué pasaría?

–       Yo creo que los escupiría.

–       ¿Pero cómo? Si mientras hace la digestión esta dormida.

–       Oye Jackie ¿Tú crees que la piel de la boa puede ser tan elástica?

–       Oye Nathán ¿Cuándo las serpientes tenían pies, eran serpientes?

Jackie y Nathán se miran con cara de no saber que más inventarnos.

Por suerte para ellos nos empujan a una cola aún más grande para ver a la temida anaconda, la más grande y venenoso asesina que se arrastra sobre la tierra. Mientras tanto Dani y yo nos quitamos los cinturones y lentamente y al mismo tiempo rozamos los cuellos de Nathán y Estusha que gritan despavoridos. La pobre Estusha llora y su papá nos regaña amenazándonos con salirnos de la fila.

–       No porfa.

–       Quiero ver a la Anaconda.

–       Si, perdón Estusha era de chiste.

–       Perdonanos porfa.

–       No lo volvemos hacer.

–       Pues chiflando y aplaudiendo, que si no, nos vamos a la casa. Dice Nathán.

La cola sigue y Dani y yo ya no podemos hacer travesuras con lo cual el tiempo se congela. Yo me voy a mi mundo. Es muy divertido porque, estoy pero no estoy. O sea, sigo en la fila para ver a la anaconda, pero al mismo tiempo estoy viajando a donde yo quiero. Esta vez me voy a la sala de mi casa pero no en un día normal. Si no a los días y noches que Nathán y sus amigos del teatro ensayan. Me acuerdo de “Charlie Brown” y los lápices gigantes para la escena de la escuela. De “Terror y Miserias del Tercer Reich” y la idea del lavado de cerebro. De la “Casa de Bernarda Alba” en dónde todos los personajes son mujeres pero todos los actores son hombres. (La verdad de esa obra casi no entendí nada). Del director Abraham Ose… oserans…Oseransky el de los bonsáis, que viene en su coche negro con Sabina y que todos escuchan en absoluto silencio. Hasta a mi me da miedo y también curiosidad, parece que lleva un mundo solo suyo en la cabeza.

–       ¡Aaaaaaaaaah!

–       Jajajajajajaja.

Estusha me esta dando de mi propia medicina ayudada del cinturón de Dani. Estoy blanco.

–       Se te quito el hipo.

–       No tenía hipo.

–       Jajajajaja.

–       Pasenle. A ver ¿Cuántos son?

Anaconda verde (Eunectes Marinus) de la familia de las Boas. Nos dejan pasar a ver a la gigante en la parte más oscura del serpentario, no decimos nada, solo admiramos al monstruo de ocho metros. Aunque muy rápido nos piden que nos vayamos, que todavía quiere entrar más gente y salimos al sol del Bosque de Chapultepec. Por suerte Nathán y Jackie aceptan llevarnos a los espejos deformados que están abajo del castillo, así que vamos para allá y haciendo globos de pasta caminamos por el llenísimo parque.

Pero en el camino, descubrimos algo. Es un lugar muy escondido y metido en la montaña del castillo, como si fuera una cueva: Audiorama dice en la entrada. Los cinco entramos hablando a todo volumen, pero se acerca un señor con barba y nos pide silencio.

–       Acá se viene a oír música clásica, no a platicar.

–       Wau hay sonido cuadrofónico.

–       Mira ponen cintas de ¼ de pulgada, eso es mejor que los discos LP y los casetes.

–       Y las sillas redondas y de colores están buenísimas.

–       Silencio. Si se quieren quedar es para oír, no para hablar.

Nos sentamos o más bien nos acostamos a escuchar.

Mientras Mozart suena, yo cierro los ojos y pienso en todas las veces que quiero regresar a este escondido lugar.

© David Grinberg Preciado. Barcelona 8 de enero de 2010