Queridos lector@s:
Estos días he podido llegar con mi trabajo al Centro de Integración Juvenil de Coyoacán con el taller de Teatro Cuántico.
Aplicar junto con la ayuda de profesionales en temas de rehabilitación las ideas del taller al proceso de recuperación, ha contribuido a despertar en los queridos jóvenes participantes, un sentido de esperanza y de participación fundamental en la construcción de la realidad que se merecen y desean.
Junto con mis colegas de «Rolando Roles El Teatro de la Transformación», hemos contribuido a sembrar la fe en ellos mismos y de este modo contribuir a su proceso integral de curación.
Gracias a todos los que están haciendo posible trabajar con la mente y con el cuerpo para aproximarnos a los pacientes del mismo modo que nos acercamos a los actores.
Como buen maestro soy el que más aprendo y en esta ocasión agradezco la demostración de mis alumnos, al mostrarme formas de salir adelante sin importar por lo que hayamos pasado.
El mundo es nuestro porque lo construimos nosotros y nos esta esperando con los brazos abiertos.
Abrazos

