Querid@s lector@s:
Dar una clase de contenidos digitales en la universidad a brillantes jóvenes que crecieron familiarizados con entornos interactivos desde una muy pequeña edad es un reto increíble.
Cuando yo tenía la edad de mis alumnos aún no se usaba de manera cotidiana ni siquiera una simple PC, lo cual me hace pensar en lo rápido que se han ido formando las redes digitales que hoy en día nos posibilitan expresarnos, conversar, proponer y construir una sinergía de apoyo entre usuarios.
Me sigue asombrando la forma en la que se construyen comunidades virtuales, las cuales en algunos casos logran transformar eso que llamamos realidad. Todo esto sin fronteras y en una organización vertical en la que lo único que finalmente importa es tener cosas que decir, algo que aportar, a una sociedad que en algunos casos ha perdido toda la perspectiva de la dignidad humana.
Hoy en nuestro país esta aumentando la esclavitud. En pleno siglo XXI tenemos al alza la trata de personas que no es más que una forma elegante de decir: la renta y compra de seres humanos.
Afecta a los más vulnerables, a los menores de edad, en especial a las niñas. Aunque nadie esta a salvo de ser víctima de estas redes criminales.
La buena noticia es que desde la universidad los alumnos están creando los antídotos para combatir, pero sobre todo para prevenir este delito. La clave esta en la divulgación de la información, la creación de consciencia y el gran esfuerzo por reinsertar a las sobrevivientes a un entorno social que ya no puede cerrar los ojos frente a su situación.
Invitados todos a participar en:
El sentimiento de una generación, en la lucha vs. la Trata de Personas.