El Abuelo Que Se Volvió Grinberg

Queridos lectores, se que consideran que debí haber empezado por aquí, pero pienso que no hubiera sido interesante. Hoy por hoy mi familia solo es una más de las de tipo extraño que abundan por ahí. Es más, tal como están las cosas, ya tener una familia, sea como sea está, es ganancia. Así que, sin darle mayor importancia empecé a contar de todos usando sus nombres, sus diminutivos y sus sobre nombres, con lo que comprendo la confusión general.

Voy a empezar entonces por relatar la historia de la familia desde mi punto de vista y guiado por la línea familiar Grinberg remontándome lo más posible en el pasado.

Así hacemos un mapa para comprender mejor a los múltiples personajes del blog.

Yosomos también lo que llevamos en la mochila del pasado. Dentro cargas pesadas y ligeras viajan de generación en generación y casi sin darnos cuenta vamos dejando por el camino, como si fueran una señal, parte del contenido y así mismo metemos cosas nuevas o prestadas por el viento de los lugares en donde andamos y que se vuelven parte de la mochila, que a su vez pasamos a nuestros hijos, amores, amigos, lectores…

El Abuelo Que Se Volvió Grinberg

Mi abuelo Samuel David Warshavsky nació en un pequeño pueblo cercano a Varsovia de nombre Sokoloff Podliansky. Hijo de un rabino estudioso y escritor de libros de comentarios de las escrituras, decidió dedicarse a los negocios, abriendo una peletería en el pueblo.

Con los años se caso y tuvo cuatro hijos, el único varón fue mi padre Abraham.

A mi abuelo le empezó a ir muy bien, tanto que los recaudadores de impuestos polacos no le quitaban el ojo de encima, hasta que lo obligaron a pagar una suma que no tenía y como no la pagaba, las autoridades le denegaron el permiso para poder sacar un pasaporte para él y su familia, de esta forma se aseguraban de que no dejaría el país.

Así las cosas, una mañana leyendo el diario en Yiddish que se editaba en el pueblo, mi abuelo se encontró con un anuncio sorprendente:

“México, país americano con las mejores oportunidades, abre sus puertas a la emigración europea. Especialmente son bienvenidas las familias judías

Firma: Plutarco Elías Calles. Presidente de los Estados Unidos Mexicanos”

Mi abuelo leyó una y otra vez el anuncio.

–       ¡ Hay un país en el mundo que quiere a los judíos y no solo a los que ya viven ahí, si no a los de Europa, a los de Polonia, a los de Sokoloff Podliansky, es decir a mi y a mi familia. !

Estaba claro, tenían que emigrar al paraíso terrenal. Pero ¿Cómo?

Les habían quitado el permiso para sacar el pasaporte y no podían salir de Polonia. La cabeza de mi abuelo daba vueltas y vueltas hasta que entro un vecino a la tienda.

–       Samuel David, se murió tu tocayo Grinberg,  el pobre hombre, quince años enfermo y nadie quién le llore, cierra, cierra, vamos al entierro.

Mi abuelo bajo la cortina de la tienda y salio a acompañar al cortejo. Luego del entierro ofreció su casa para rezar durante los siete días de luto y una vez concluidos, se ofreció también a hacerse cargo de los tramites de defunción.

Una mañana se levanto temprano para viajar a Varsovia y encargarse de todo el papeleo. Mas al bajarse del autobús que lo llevo a la capital, le vino repentinamente una idea a la mente.

Fue a retratarse, espero dos horas de revelado, pidió permiso para entrar al baño del estudio fotográfico, saco una pequeña navaja, tomo el pasaporte de Grinberg, le quito la foto y en su lugar puso la suya.

Salio al ajetreo de Varsovia. Se hablaba y se gritaba en Yiddish y Polaco por igual, se ofrecía pan de los pueblos cercanos, los anarquistas discutían con los comunistas, el teatro en Yiddish anunciaba un circo judío, música Kleismer sonaba a cambio de unas monedas y un profesor sentado en una banca ofrecía clases de Esperanto, el idioma de la paz.

Pero la mente de mi abuelo, recién autobautizado con un nuevo apellido, caminaba ya por las calles situadas a espaldas del Palacio Nacional, donde gobernaba el presidente Calles que había escrito aquella nota publicada en el diario local de su pueblo.

Y la familia llego a la capital mexicana en donde fueron muy felices, pero además, en donde se salvaron del asesinato masivo que dejo a aquel pueblo sin un solo judío y que, por si fuera poco, sepulto la tumba donde esta enterrado el Grinberg original, debajo de toneladas de basura.

Muchos años después, el heredero del Presidente Calles ordenaba disparar contra los estudiantes en la Plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco, la Ciudad de México celebraba los Juegos Olímpicos izando una bandera manchada de sangre y en un hospital de la Colonia Roma nacía un niño con los mismos nombres de su abuelo ya fallecido: Samuel David, mejor conocido como David o Dudi, para mi simplemente yo y que escribe estas palabras que ahora lees.

31 comentarios en “El Abuelo Que Se Volvió Grinberg

  1. Que historia Dudi, esta de locos!!! A mi me toco hacer el trabajo de Shorashim con mi hijo hace 2 años y tambien nos fuimos muy atras a tratar de encontrar historias de nuestros antepasados, fue una experiencia magica!!! Si quieres ver el resultado, metete a http://www.hadasa.com.mx/eyal
    Te mando un beso y veo que tu pagina esta moviendo sentimientos en la gente!!!

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  2. Hey Dude. me sorprende tanto la forma como escribes como el contenido, siendo tu hermano mayor aunque no el mas mayor….te aseguro que nos tenemos que sentar pues esta historia de donde dices salio mi apellido me era desconocida . No cabe duda que esa generacion de abuelos era de superhumanos…. al final de cuentas no cabe duda que ….No hay mal que por bien no venga…. me refiero a las dificultades del abuelo en sokolof con las autoridades y en que y como acabo de resolverlo… te quiero ,,, jerr

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    1. Querido Jerry:

      Antes de mi primer viaje a Polonia en 1989, tuve la suerte de sentarme varias horas con Eva la hermana mayor de papá. Aparte de contarme la historia del apellido que escribo, me dio una lista con veinte familiares fallecidos antes de la segunda guerra mundial y que estarían enterrados en Sokoloff, cuando llegue al cementerio Judío para poner piedras sobre cada una de las tumbas, me encontré con el basurero municipal y revolviendo entre la basura salieron algunos pedazos de lapidas en hebreo.
      Gracias por ser parte de Yosomos.
      Un abrazo

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  3. Dudi,
    Tantos años compartidos y creíamos conocernos…
    Me doy cuenta de lo mucho que ignoramos unos de otros y de lo hermoso que es tener la oportunidad de apreciarlo tantos años despues.
    Es un placer leer todo aquello que te ha ido conformando como Dudi Grinberg.
    Saludos desde Costa Rica,
    Ruthy

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  4. Me encanto la historia, en realidad me encantan todas esas historias que cada uno tiene en el baul de recuerdos familiares y que si no las pasamos de generación en generación se perderan inevitablemente, Las historias de como llegaron nuestras familias a Mexico parecen a veces sacadas de una pelicula de ciencia ficción y en esos momentos de la vida que todos tenemos, en que me quejo de lo dificil que es la mia, pienso justo en la historia de cómo llego a México mi papa y la comparo con la de cómo llegue yo a Israel y digo huy sarita, mejor ni te quejes. Gracias por compartir esta entrada y las demás, me gusta mucho leerlas.

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  5. Hola Dudi,
    Gracias por compartir esta historia,. es fabulosa !
    Las oportunidades nos pasan una sola vez enfrente de la nariz.
    y el «abuelo Grinberg» supo aprovecharla.
    Me da mucho gusto saber de ustedes,
    espero que esten muy bien, saludos a Mery
    y si ven a Vicky mandenle un beso !
    Sara

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  6. Hola David. navegando por YoSomos me encontré con esta historia, muy interesante por cierto, y decidí escribirte para comentarte que acá en Torreón había una familia con el apellido Warchavsky, Myriam se llamaba la hija,mas o menos de mi edad, se fueron a vivir a la Cd. de México si no me equivoco, no se que tan común sea ese apellido, pero te paso el dato, por si te interesara. Saludos desde el otro lado del charco. Mónica

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  7. Querido Dudi,
    Asi como tu, mis dos hijos también llevan el nombre de nuestro abuelo Grinberg a quien yo si conocí muy bien. El mayor es Zev David y ell menor Samuel Elisha. Así es que la tradición y el nombre continúan. Como siempre, gozo mucho leyendote y te envió los mejores deseos en este solsticio y en el año nuevo en compañía de tu linda familia a la que espero conocer pronto.

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  8. David, llegué a tu pagina buscando la traducción de ‘abuelo’ en yiddish, y/o en hebreo. No soy admirador de los judíos, como no lo soy de ningún pueblo, soy admirador de sobrevivientes heroicos como fue tu abuelo. Así fue mi bisabuelo, catalán, que con nueve años estaba solo en Italia, donde fue un catalogna a más, de ahí que nuestro árbol genealógico es sólo un arbusto.
    Pero lo que quería decir es que me apasionó la historia de los Grinberg, tienes ‘pluma’ sin duda pues en una historia tan cortita nos haz transmitido un sentimiento lindísimo. Ah, donde vivo (Villa Carlos Paz, Córdoba, Argentina) tuve una compañera apellidada Grinberg, no sé cuánto de común es ese apellido.
    Un abrazo fraterno
    Eduardo Catalogna

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  9. No recuerdo como fue que me comence a involucrar en el Personaje (todo un personaje) Jacobo Gringberg, sus descubrimientos, ideas, análisis y obra, aunque aún no tengo toda su obra, ya tengo algunos pdf y ya habia llegado a mis manos, años antes, la obra «Pachita». No me gustó saber de su desaparición, pero espero que su desaparición haya sido por su propia voluntad, si encontró la manera de trascender de este plano material, como otro más de los pocos iluminados que hemos tenido en la Humanidad. Para cuando me encontré en Internet con la existencia de este gran personaja, ya me habia leido casi toda la obra de C. Castañeda, (salvo dos de sus libros que no me gustaron), las obras literariias de algunos personajes que el menciona (Florinda y anexas) e incluso la obra de «Aprendiza de Bruja» de Wallace. En aquel entonces por Inernet al leer lo concerniente a Jacobo, me enteré que tuvo problemas con Castaneda y su gente. Quizá no quiso ser parte o no comparía del todo las ideas de Castaneda, o no se dejó que usaran su nombre y sus descubrimientos para que Castaneda siga llevando agua a su molino. En fin, ya me proyecté mucho, a lo que voy es que los hilos de diferentes vidas se entrecruzan, y que cada quien atrae quizá a los que le son afines, tambien por las fecha en que supe de Jacobo, supe también de la heroicidad de Gilberto Bosques (ya había visto yo «La Lsita de Schindler»). pues el valor de su abuelo, el valor de Gilberto Bosques, el ambos buscar la solucion a un problema (la Preservación de la Vida), los llevó a que tengamos la fortuna de haber tenido entre nosotroa a alguien como JAcobo Grinberg. quien dió grandes avances, en un campo de conocimiento, y que ahora otros científicos estén llegando a la misma conclusión, por otro camino.

    No sé si sea váldo decir esto para el pueblo Judío, pero si han visido en México por tantos años, creo saben lo que significa: Dios bendiga a la Familia Grinber y al tocayo que al haber fallecido, les dió la oportunidad de preservar ls visa de más generaciones.

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